martes, 8 de marzo de 2011

Satanás (1927)


Hace algún tiempo, bajo el marco de la Feria del Libro de Santiago, la Editorial Multitud renació reeditando Satanás, libro ya inubicable en su original. Tanto la editorial, fundada por el mismo Pablo de Rokha, como esta obra, publicada por primera vez en 1927, estaban desclasificadas, caducadas e injustamente olvidadas. Es necesario decir que, al leer el libro, uno no puede entender semejante ingratitud.

Satanás es una tremenda arenga universal, muy fiel al estilo cosmogónico del poeta, que intenta abarcar y fundir en un solo texto sus experiencias personales, sus recuerdos, sus ideas sociales y ese infinito movimiento vital que De Rokha retrata tan bien en sus poemas. Es un libro difícil de catalogar, pero viniendo del autor de Los gemidos, en esa época temprana donde aún buscaba esa voz que luego lo definiría, es un material totalmente entendible y esclarecedor, sobretodo al encontrar en él muchos aspectos que más tarde desalloraría haciéndolos parte de su poética personal, como la búsqueda de la chilenidad y la identidad nacional, sus devaneos metafísicos y esa impecable forma de mezclar la poesía con distintas ideas filosóficas de carácter trascendetal. En este caso, y como es imaginable desde el título, la lucha entre el bien y el mal logra ser protagónica, dejándonos entrever los pormenores de una batalla deplorable entre Dios y Satán, mostrándonos la imágen de un demonio caído, tan caído como la humanidad misma, siendo ambos retratados con tristeza, decadencia y desilusión.

En cuanto a la poética de la obra, es posible señalar muchas cosas, unas muy buenas y otras quizás no tanto. En cuanto a lo positivo, es demasiado importante notar la presencia de algunos ecos que nos recuerdan otros libros del autor publicados en la misma época, como los contemporáneos U, Suramérica y, sobretodo, Los gemidos. En cuanto al último, se despliegan en Satanás muchas costumbres literarias que el poeta arrastró desde sus inicios hasta el final de sus días; desde obras tempranas como Los gemidos hasta sus últimas publicaciones. De ellas es posible destacar su afán por mitificar el mundo, por abordar la realidad desde una visión poética donde la filosofía cobra un rol fundamental, creando una obra profundamente metafísica y a la vez llena de guiños violentos y cotidianos que se funden en una misma masa caliente. Esta verborragia que corre como lava, que fluye como los demonios escapando de la caja de Pandora, es la que mejor define a Satanás, un libro donde la voz poética se vale de imágenes vigorosas para retratar tanto las impresiones físicas como espirituales de su autor, y también de su contexto natural. Porque la poesía de Pablo de Rokha siempre juega a fundirse con la naturaleza, y Satanás no es la excepción.

En cuanto a lo negativo, la excesiva ambigüedad de la voz muchas veces nos juega en contra. Porque De Rokha, valiéndose de esa poderosa energía que lo caracteriza, suele abusar de la libertad creativa para mezclar en un solo plano diferentes aspectos, quedando esa impresión de que se abarca mucho en un espacio reducido, y desvirtuándose también la línea del poema, que de repente parece nacer de Satán mismo, dando juicios de valor universales, repasando temáticas amplias como la moralidad, la ética del ser humano, las dicotomías entre el bien y el mal y el eterno fluir del cosmos, desde una voz cansada que emula la de una deidad maligna absorvidad por su incesante labor. Pero en otras, se vuelve de lleno a Pablo de Rokha, y se pasea también por Licantén y por Chile, por la memoria de un poeta rural, humilde, sin dejarnos tiempo ni para respirar. Posiblemente esto resulte positivo muchas veces, pero al leerse el poema como una sola estrofa independiente, como un soldado solitario luchando contra bestias, se percata uno de la experimentación y la inmadurez de un autor que luego explotaria estos aspectos "negativos" hasta volverlos virtudes irreprochables. Porque esto mismo que en Satanás se podría criticar, esta ambigüedad torpe y a la vez llena de obsesiones y fortaleza lírica, se convertiría más tarde en una de las armas más poderosas del poeta.

Sin alargarme más, Satanás es un buen libro que nos permite adentrarnos un poco en los comienzos de Pablo de Rokha, en el nacimiento de una voz poética que luego atronaria en todo el país, bajo los efectos de un terremoto lleno de humanidad que hasta hoy deja influyentes secuelas en la poesía nacional. Por ello, resulta muy oportuna la labor de Multitud, que piensa seguir reeditando otros textos perdidos del poeta. Esto nos deja expectantes y nos desmuestra que la justicia a veces tarda, pero su llegada irrumpe con una fuerza feroz e implacable para los que la esperan con ansias. Por eso, más vale tarde que nunca, ¿o no?.

Debido a su reciente reedición, no existe material electrónico del libro, pero hay un video de su nieta y coordinadora de la publicación, Patricia Tagle De Rokha, leyendo algunos fragmentos. Ver aquí.

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