martes, 25 de enero de 2011

Proyecto de obras completas (1984)


Rodrigo Lira fue uno de los personajes más controvertidos de la literatura chilena. Extravagante y sumamente autorreferente, fue el autor de una obra original, intensa y frenética, llena de trucos literarios y lingüisticos que lo definen a la vez como uno de los escritores más preparados en su oficio, asumiendo una tradición de ruptura que ya venía siendo encabezada por gigantes como Nicanor Parra y Juan Luis Martínez (importantes influencias para el poeta). Lamentablemente, dicha obra se vió estancada por la tragedia, cuando un 26 de diciembre de 1981 Lira decidió poner fin a sus días, dejando un montón de manuscritos sueltos que luego conformaron Proyecto de obras completas, un libro inacabado que, a pesar de su carácter no-oficial, Lira ya venía decidido a publicar desde hace tiempo, siendo Enrique Lihn quien, junto a otros de sus fervorosos lectores, decidió convertir todo aquel material disperso en libro impreso; y fue la mejor de las decisiones.

El estilo de Lira es casi indescriptible. Parece una continua parodia antisocial, donde absolutamente todo lo habido y por haber desfila de forma irrisoria por la pluma del poeta, transformando su antipoesía en un cúmulo de información ruidosa y disonante capaz de aturdir a cualquiera. Porque la obra de Rodrigo es además muy sonora, muy artificiosa y llena de trucos semánticos, retruécanos, juegos de palabras, aliteraciones y una larga lista de tretas literarias que conforman un sólo gran carnaval, a veces muy explosivo y en otras complemante desolado, triste y amargo. Pero así era él: un marginado, adulto a la fuerza, lleno de contradicciones y problemas existenciales que dejaron su testimonio público en cada uno de sus textos, que hasta hoy nadie a logrado comprender a cabalidad.

En cuanto a su importancia literaria, creo que nadie ha logrado liberar el verso y la palabra en Chile como lo hizo Lira. Nadie ha logrado llevar la poesía a los límites en que él la llevá, forzándola muchas veces hasta el extremo, hasta hacer trizas el discurso, hasta jugarnos malas pasadas a cada uno de sus lectores. Porque Lira era un bromista innato. A veces de un humor negrísimo e incomprendido, pero bromista al fin y al cabo. Podriamos decir incluso que hasta su última obra, aquél suicidio funesto y anticipado, fue una broma cruel, una extraña forma de ser consecuente hasta las últimas consecuencias.

En esta publicación de Editorial Universitaria, de clara intención rescatista, se adjunta un prólogo más al ya famoso inicio de Enrique Lihn, quien se encargó de sumergirse en los más profundos rincones de la obra y la personalidad de Lira, dejándonos importantes hallazgos para comprender mejor sus poemas. El autor del segundo prólogo es Roberto Merino, quien también conoció en vida al poeta y da un testimonio fundamental para su futuro entendimiento. No hay mucho más que decir, ya que todo puede ser usado en mi contra. Para (tratar de) entender a Lira, simplemente hay que leerlo. A los que aún no lo han hecho, les dejo la invitación.

Para leer la versión original en su formato electrónico, ver el siguiente link. Para mayor información sobre su contexto de recepción, aquí.


domingo, 2 de enero de 2011

Antología esencial (2009)


Ernesto Cardenal es un poeta hecho y derecho. Hace mucho tiempo que su poesía es leída y estudiada en distintos lugares de nuestro continente, por lo que cada una de sus publicaciones son esperadas con bastante espectación. Fue el caso de este libro editado en Chile por la popular Editorial LOM, quien aprovechó la excelente oportunidad de trabajar con el poeta, debido a su arribo a nuestro país por motivos del Premio Iberoamericano de Poesía Pablo Neruda, quien le otorgó el galardón durante el año 2009. Fue por este motivo que nació el proyecto de editar un compendio singular de sus poemas más reconocidos, en una edición sencilla, económica y con algunos detalles importantes.

Esta publicación abre con el discurso íntegro realizado por Cardenal en nuestro país, dedicado a la "excelentísima" presidenta Michelle Bachelet, según las palabras del mismo poeta. Además, en dicha conferencia se encargó de resaltar la figura de Pablo Neruda, con motivo del premio que lleva su nombre, haciendo hincapié en la azarosa relación que tuvo con el vate nacional, y dando un testimonio íntimo acerca de la innegable influencia que ejerció Neruda sobre su poética más temprana y sus obras futuras. LOM deja constancia de este discurso sumándolo al libro a modo de prólogo, dándole paso también a un pequeño ensayo de Oscar Hahn sobre el compromiso social del poeta nicaragüense, su militancia política, su erudición y su particular modo de compartir esto en su poesía, siempre tan libre, cálida y cercana. Esto se debe a su eterna preocupación por conseguir un diálogo con el lector, por hacer lo más transparente posible esa ancha humanidad que habita detrás de cada uno de sus versos, dispuestos a repartirse entre el pueblo como el pan de los cristianos, acto de amor intrínseco a su ya consagrada poética.

Este libro funciona como una mirada de acercamiento a una obra que es vasta y compleja dentro de su propia simplicidad, entregándonos una pequeña muestra del genio del nicaragüense, tan grande como humilde. Esta selección recoje un puñado de poemas elegidos por el mismo Cardenal, que recorren su carrera desde sus famosos Epigramas hasta el texto que le da el nombre a El telescopio en la noche oscura, de 1993. Al ser seleccionados por el propio poeta, suponemos que es una recopilación más sincera que comercial, y eso nos brinda una lectura mucho más sana que la de otras antologías, colocándole ese sello personal tan suyo a un proyecto con mucho sentido social, que por suerte también es mucho más barato que otras publicaciones. Por lo mismo, es recomendado este libro por sobre muchos otros, ya que se lee como un respiro entre tanta mercancía y desperdicios literarios.

Para revisar versiones aleatorias de sus poemas, ver el siguiente link. Para leer la obra reseñada en su totalidad, recomiendo la compra del libro. Es de buen precio y calidad.