sábado, 30 de julio de 2011

Adiós muchedumbres (1989)


La poesía suele (o solía) pasearse por lugares inhóspitos para lograr la trascendencia. Se habla de espiritualidad, de sublimidad y de una tradición poética que los tiempos modernos han tratado de derribar. Se atribuye el carácter de "poeta" a un puñado de fantasistas, sensibleros, alucinados e ingeniosos hombres capaces de usar el lenguaje para crear ilusiones. Pero, ¿qué es la poesía entonces? ¿un trance místico o un oficio como cualquiera? José Ángel Cuevas es de los que ejercen la segunda opción, y pertenece al grupo de escépticos que vieron como nuestra Revolución se caía a pedazos. Es de esos vagabundos de ciudad que tienen el espíritu forjado a base de rabia y rebeldía, pero esa rebeldía que se va apagando con los años y las contínuas decepciones que hemos sufrido los chilenos desde el Golpe de Estado de 1973.

La poética de Cuevas responde a los caprichos del urbanismo. En especial, escribe sobre la capital donde habitan juntos el amor y el odio. Escribe sobre esa ciudad donde nunca se abrieron las grandes alamedas. Escribe, sin más, sobre Santiago de Chile, ese Santiago que no se ha recuperado aún de las cicatrices que le dejó la dictadura. Porque el autor fue partícipe no solo de los movimientos revolucionarios de los 70', sino también de las manifestaciones en contra del régimen militar, del cual nunca pudo escaparse. De esta manera, José Ángel Cuevas representa a todos los que se quedaron a ver el gran espectáculo de la decadencia chilena, a los que resistieron a puño y letra los embistes de la injusticia, y su poesía por lo mismo resulta ser altamente testimonial. Así se nos habla desde un exilio interior, desde esa curiosa impresión de sentirse extranjero en tu propia patria, retratando quizá uno de los Santiagos más opacos de la Historia, sin desmerecer otras atroces experiencias.

Adiós muchedumbres es un libro del cual el propio autor prefiere no hablar, ya que corresponde a un compendio de sus obras más tempranas, abarcando sus 5 primeras publicaciones: Efectos personales y dominios públicos (1979), Introducción a Santiago (1982), Contravidas (1983), Canciones rock para chilenos (1987) y Cantos amorosos y patrióticos (1988). Hoy Cuevas señala que esos poemas "no van a ninguna parte", y hasta ha declarado que se siente arrepentido de haberlos publicado. Pero esta extraña modestia no tiene nada que ver con la calidad y la agudeza con que el poeta logró retratar el difícil período socio-político que le tocó vivir. Sus poemas hablan de frustración, de impotencia, de pérdida, de marginalidad y de la gran cultura popular que siempre ha tenido nuestro país. Porque el poeta es de raíz "guachaca", de pura cepa al estilo De Rokha, y hasta el día de hoy reside humildemente en Puente Alto, comuna periférica de la capital donde nació y creció (y en la cual también habito yo).

José Ángel Cuevas hace gala de su estilo chilenísimo y su interesante percepción de la realidad, usando un lenguaje coloquial, muy sencillo y directo, con olor a chicha y empanada. Nos ha dejado uno de los testimonios patrióticos más importantes que se han dado en la poesía de nuestro país, ofreciéndonos una gris postal de lo que fue el Santiago de los 70' y 80's, negándose a cerrar esa herida de una época tristemente recordada, y a la vez muy dispuesta a olvidar. Adiós muchedumbres es una excelente selección de todo lo ya mencionado, y resultará cercano para todo chileno (e incluso extranjero) que haya vivido aquellos períodos terribles, y será iluminador también para otros como yo, que nacieron en un momento histórico posterior, donde aún se pueden apreciar las consecuencias heredadas del pasado.

Editorial Cuneta ha re-editado este libro con una estética muy llamativa y un muy buen trabajo de edición. Además, el precio es muy accesible y el formato bastante cómodo para leer y transportar. Dicha re-edición es del año 2010 y cuesta alrededor de 6000 pesos chilenos (12 dólares aprox). No he encontrado una versión íntegra del libro en internet, pero hay mucho material disperso e información relativa a su obra en el siguiente link. También pueden encontrar algo sobre el libro en sí y otros títulos interesantes en esta página o el siguiente blog. Espero que lo disfruten.

miércoles, 13 de julio de 2011

En Cuba (1972)


En estos momentos, Ernesto Cardenal es uno de los poetas vivos más importantes de Latinoamérica, en contraste a la ingrata realidad que lo aqueja a nivel político y cultural. En el primer punto, hago referencia a la polémica que sostiene en Nicaragüa, su país natal, donde, a pesar de ser gobernado por Daniel Ortega, el líder del Frente Sandinista de Liberación Nacional (al cual el poeta apoyó a lo largo de toda su vida), Cardenal es perseguido por su postura contraria a lo que llama "dictadura" y "robo-lución" (ver enlace). En sus propias palabras, se niega a colaborar con un régimen estalinista, corrupto y ladrón, en el cual participó desde 1979 hasta 1989 como Ministro de Cultura, para luego dejarlo al percatarse de la progresiva decadencia a la cual se veía sujeto su partido. En 1994, cansado de los abusos y las veladas injusticias, se sumó a los disidentes del Movimiento de Renovación Sandinista, grupo de centroizquierda que busca la redención, la dignidad y el encauzamiento del viejo sandinismo revolucionario. En esa postura se mantiene hasta hoy, no exento de problemas judiciales y vergonzosas persecuciones por parte del actual Estado nicaragüense (ver enlace).

Si tuviera que destacar la importancia de un libro como En Cuba, testimonio fundamental de un poeta crítico y agudo como Cardenal, partiría señalando que la poesía es el mejor filtro para decantar el espíritu humano, sobre todo en el épico trabajo revolucionario llevado a cabo en Cuba entre la década de los 60' y los 70'. Toda estadística, análisis político y reportaje periodístico que haya intentado abordar el esfuerzo y la lucha del pueblo cubano durante los primeros años de la Revolución, está destinado al fracaso o la miopía. Pero Cardenal sale victorioso, y comparte su triunfo con todos nosotros, luego de permanecer casi un año estudiando el panorama socio-cultural de la isla, a la cual describe con fidelidad absoluta, de diversas perspectivas y evitando dejarse llevar por la emoción, labor complicada en un país donde el amor gobierna mucho más que Fidel.

Cardenal declara, dentro de su propio libro, que su visita a Cuba fue tan iluminadora como los motivos que lo llevaron a ser sacerdote. Y no creo que exagere, ya que la política y la religión parecen ser los dos máximos motores de su existencia. Además, su arduo estudio humano y espiritual, su afinidad con las ideas revolucionarias, su mirada imparcial ante la injusticia y su insaciable ansiedad de libertad nos parecerán también a nosotros "iluminadoras" y esenciales, de un valor realmente inestimable para lograr un buen juicio sobre la política cubana.

El libro está conformado por diferentes tipos de datos. A veces imita ciertos aspectos periodísticos o la literatura en forma de diario, agregando además canciones populares, poemas de autores cubanos, panfletos de la época, fotos y descripciones de letreros propagandísticos, discursos de Fidel, testimonios de importantes personajes de la Revolución, entre otros. De esta manera, el panorama nos resulta completo, abierto y curiosamente arbitrario, dejándonos solos frente a la enorme responsabilidad de enjuiciar el proceso revolucionario cubano. Sería tonto negar que el autor recae también en la opinión personal y en la diáfana exposición de su ideología, pero esto, en sus páginas, resulta más consecuente que caprichoso, y no estorba la interpretación de un lector que debe ser inteligente y precavido, y que debe entrar en el libro como si fuera Fidel en la Sierra Maestra.

Tomando en cuenta lo anterior, declaro indispensable la lectura de este libro no solo por los partidarios de la Revolución, sino también (y en mayor prioridad) por los que se mantienen excépticos frente a un movimiento que, digan lo que digan, se ha desgastado por la presión económica del sistema enemigo, la tergiversación de sus triunfos por la irresponsable prensa mundial y los propios errores cometidos por un gobierno cauteloso pero oxidado, que peligra cada día que pasa a pesar de su invaluable coraje que lo llevó a luchar contra la opresión, el lucro y la usura. Por lo mismo, no nos queda más que seguir apoyando las causas nobles y revisar estas páginas con nostalgia, donde se retratan los mejores años de una Revolución que aún levanta masas y emociones, negándose a caer frente a la discutible ambición de sus opositores.

El libro, en verdad, es difícil de encontrar. La edición que yo poseo (la misma de la foto) es argentina, publicada en 1972, y la conseguí barata en una tienda de libros usados. No logré encontrarla en formato .pdf, pero sí encontré un testimonio más actual del poeta sobre Cuba, adjunto en el siguiente link. Además, procedo a adjuntar otros documentos que considero fundamentales para lograr un juicio responsable sobre Cuba y su gobierto:

Visita reciente de Cardenal a La Habana: aquí.
Diversos documentales y películas, de gran calidad e incalculable aporte, todas gratis para descargar: aquí.
Película sobre el "Che" Guevara, dirigida por Steven Soderbergh, con reseña incluida: aquí.

Sinceramente, espero que el material les sea de utilidad.