miércoles, 2 de marzo de 2011

Trilce (1922)


A principios del siglo XX, en medio de profundos cambios políticos, sociales y culturales, la literatura se expandió y se ramificó gracias a la gran cantidad de recursos explotados por los nuevos movimientos literarios, de los cuales el dadaísmo, el surrealismo y el futurismo fueron los más importantes. En medio de ese panorama, la literatura latinoamericana también miraba hacia horizontes complejos, y aunque hubo notables focos de vanguardia (en su mayoría por influencias extranjeras), hubo también autores sumamente originales que, a pesar de su híbrida raíz, lograron obras particulares que destacaron entre las demás. Uno de ellos fue César Vallejo, y Trilce es su mejor testimonio.

Trilce fue un libro totalmente rupturista. En él, Vallejo hace gala de una gran experimentación lingüística para construir un discurso poético violento, donde se quiebran con regularidad la sintaxis y el orden lógico de los versos, se refunda el uso del verbo, se inventan nuevas palabras, se alteran las combinaciones gramaticales y se utilizan con genialidad una gran gama de imágenes poéticas que conforman un grupo de poemas complicados, a veces demasiado herméticos, pero repletos de una profunda humanidad y una sorprendente fortaleza lírica.

Trilce fue el segundo libro de Vallejo, posterior a Los heraldos negros, y fue escrito en una época complicada para el poeta. Esto es notorio en sus desgarradores textos, donde se pueden apreciar tanto poemas autorreferentes, que indagan en su propia experiencia, y otros más colectivos, donde el ser humano y su espíritu son puestos a prueba y en tela de juicio por Vallejo, quien juega con las vicisitudes del alma para crear un tormentoso libro lleno de trampas e irregularidades. Esto, según el propio autor, se debe a su profunda preocupación por la libertad creativa, que lo llevó a experimentar en Trilce con recursos que, hasta ese momento, nadie se había atrevido a explotar.

Sin lugar a dudas, Trilce es una genialidad, y se ha vuelto un texto prácticamente profético, que adelanta muchas experimentaciones próximas como las de Huidobro, Girondo o su compatriota Oquendo de Amat. Es una pieza clave para la poesía latinoamericana y mundial, y su lectura es un acto esencial para comprender la literatura y su actual conformación, siendo Vallejo un poeta que adelantó las evoluciones formales en el terreno poético, sumándole a ello su notable preocupación por los problemas sociales, complentando así una obra sólida y consecuente, como deben ser las más importantes convicciones.

Debido a su carácter clásico, no haré referencias a una editorial en particular ni a un tiraje exclusivo, sino al libro en sí, como pieza clave para la poesía de todos los tiempos. Si aún no lo han leído, la invitación ya está hecha.

Para leer en su formato electrónico, ver el siguiente link.

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