domingo, 12 de junio de 2011

Nueve cuentos (1953)


Salinger, como muchos otros, es un autor directamente vinculado con su obra. Sus relatos son fragmentos de una misma historia secreta, siempre latente pero invisible, como el alma humana. Nos narra con el célebre estilo de Hemingway: ocultando tesoros en la entrelínea de sus textos, obviando aspectos que si nos fueran revelados de manera explícita, nos aguarían la fiesta. Pero, aunque parezca un poco descabellado, pareciera que el genio del autor supera esa simple metodología, ya que su forma de construir relatos trasciende la mera exposición de sucesos para introducirse de lleno en la esencia misma de la realidad, valiéndose de silencios perfectos, una profundidad inquietante y ese concepto de vacío heredado del budismo zen. De esta manera, sus personajes logran adquirir vida propia dentro de este universo complejo, sin dejarle absolutamente nada al azar.

Los Nueve cuentos, publicados en 1953, son nueve fragmentos de la intimidad de Salinger. Siempre autorreferentes, excéntricos y frívolos, estos cuentos funcionan como reflejos de sí mismo. Son nueve historias que muestran tanto como esconden; nueve bosques en invierno, siempre fríos e inexpugnables. El relato más conocido del libro, que abre con gracia esta serie, es "Un día perfecto para el pez banana" (ver enlace), donde se nos presentan desde el principio las claves para entender su escritura. Salinger posee esa identidad propia que resulta invaluable en el oficio, y por lo mismo, aunque se presenten algunos textos mejores que otros, es imposible dejar de entender que todos conforman un mismo mundo narrativo, como si fueran hermanos distintos pero del mismo padre. Esto se debe a las innumerables conexiones que no solo ligan estos relatos entre sí, sino que también los comunican con otros ajenos a la colección, donde se repiten algunos nombres como los de la ya reconocida familia Glass (inspiración directa para Los excéntricos Tenenbaum, de Wes Anderson)

Sin ir más lejos, y evitando caer en algún tipo de exageración, es necesario recalcar que en Nueve cuentos se encuentra lo mejor de Salinger, incluso superior a su famosa novela El guardían entre el centeno, con la cual, muy a su pesar, saltó a la fama en 1951. Cada cuento lleva en sí características compartidas, detalles que son puertas hacia más puertas en misteriosas habitaciones cerradas. Hay conexiones secretas, relaciones inter-personales entre cada historia, y todas son invitaciones a entrar de lleno en el mundo del autor; en su retorcida mente creativa.

En cuanto a la edición, la presente de Edhasa es bastante asequible, de tapa dura e impecable transcripción. Para los que aún así prefieren evitar el gasto, les dejo el siguiente link.

Descarga Los excéntricos Tenenbaum: aquí.

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