lunes, 7 de noviembre de 2011

El hombre rebelde (1951)


Albert Camus siempre fue un autor políticamente incorrecto. Nació en Argelia, un año antes que estallara la Primera Guerra Mundial, y escribió en el periodo en que empezaban a ebullir las ideas de descolonización en África, con Ahmed Ben Bella a la cabeza del Frente de Liberación Nacional, movimiento independentista que consolidó su triunfo el 18 de marzo de 1962, dos años después de la muerte del escritor.

De padres franceses pero de espíritu libre y universal, Camus desarrolló una obra de profundo humanismo y activismo político, declarándose en contra del cristianismo, el marxismo, el existencialismo y cualquier corriente de pensamiento que alejara al hombre de su esencia emancipadora y su necesidad de libertad. Esa anarquía constructiva y llena de vida derivó en su "Filosofía del absurdo", postura personal frente a las nacientes ideologías de la época, que exponía su miedo a las ideas opresivas y terminantes que según Camus ahogaban el impulso humano de libre albedrío, principio máximo de toda autonomía y manifestación artística genuina. Estos principios son los que desarrolló extensamente en El hombre rebelde, explicando su particular visión de la Historia, la cultura, la política y la religión.

El hombre rebelde es una reunión de ensayos que problematizan las relaciones jerárquicas, que van de amos a siervos, de patrones a esclavos, de creyentes a dioses y de ciudadanos a Estados. Rastrea el origen socio-cultural del fenómeno y explica hitos de la rebeldía humana, diviendo los sucesos en tres partes: la rebelión metafísica, la rebelión histórica y la rebelión artística, acabando con una síntesis y una perspectiva anarquista sobre el futuro de dichas revoluciones. Su intensión radica en la formulación de una idea profundamente política que explique la Historia de la humanidad, pero no como una lucha de clases, sino como una permanente revolución de individuos conscientes de sus derechos y su voluntad de emancipación, acuñando el término de "invididualismo solidario", presentando al anarquismo como teoría superior al marxismo.

Autores como el Marques de Sade, Nietzsche, el Conde de Lautréamont, Hegel y los surrealistas, desfilan en las páginas de El hombre rebelde como ejemplos paradigmáticos de la teoría socio-política de Camus, marcando verdaderos centros de acción en la Historia del arte y la cultura. Son entendidos como bases de fuertes movimientos que agitaron a la sociedad de ayer y hoy, comprendiendo su influencia como un permanente acto de rebeldía que le permite al ser humano evolucionar y desarrollarse, creando un proceso dialógico que jamás termina. Esta idea activista de la Historia es una mezcla coherente que Camus realiza a partir del nihilismo, el anarquismo, el existencialismo y un concepto ético de la acción, figurando una concepción propia de la realidad que permanece en constante conmoción, cambiando infinitamente hacia un sentido máximo de libertad e independencia.

Posiblemente, a pesar de la solidez de sus postulados, las teorías de Camus nunca fueron tan populares como el marxismo o el anarquismo como tal, ni tampoco alcanzaron un grado de debate tan amplio como el nihilismo nietzscheano. Pero hasta el día de hoy, cuando el autor celebra su 98º natalicio, es posible dialogar con sus ideas de forma tan directa y ágil que pareciera que su pensamiento sigue influyendo activamente en la sociedad, incluso aunque no se lea tanto como a otros clásicos. Por lo mismo, resulta indispensable leer hoy El hombre rebelde con una consciencia histórica madura y un sentido político que trascienda los básicos conflictos entre ismos cada vez más anquilosados. Porque las teorías de Camus superaron los conceptos más populares, permitiendo una visión más amplia de la realidad y una constante reflexión acerca del rol del ser humano en las transformaciones del mundo.

Para quienes quieran leer el libro, recomiendo la edición de Losada a pesar de su repulsiva tapa, ya que por un precio módico se puede conseguir una buena traducción y un aceptable trabajo editorial. Para los que prefieren las versiones on-line, les dejo el siguiente link.

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