domingo, 26 de junio de 2011

Ponche de ácido lisérgico (1968)


Los años 60' fueron explosivos. Se desataron tormentas que, hasta el día de hoy, nadie ha podido detener. A veces pagan justos por pecadores, se reparten mal las culpas o se cae en prejuicios que ya deberíamos haber dejado atrás hace décadas. Pero aún así hay algo innegable: con o sin droga, y entre un mar de cráneos devastados por el caos, existieron genios de alcance mundial. Desde músicos hasta poetas, desde artistas a filósofos de renombre, desde políticos hasta grandes periodistas, desfilaron por la década con ímpetu estrafalario, cambiando el curso de la Historia. Tres de ellos fueron Ken Kesey, Neal Cassady y Tom Wolfe.

Ponche de ácido lisérgico es la gran aventura de Kesey, la mente maestra detrás de Alguién voló sobre el nido del cuco (ver enlace), novela inspiradora de la película homónima de Milton Forman (ver enlace), que trata sobre la locura y la responsabilidad social de todos nosotros en ella. La novela fue un éxito, Kesey acaparó la atención de los medios y algo de dinero, y con esto decidió iniciar un viaje a través de los Estados Unidos junto a los "alegres bromistas", un grupo de drogadictos desquiciados, desenfrenados y llenos de una pasión gigante por la existencia. En total libertad, con actitud orgiástica y carnavalesca, al compás del rock y el LSD, Wolfe se suma al estilo de vida de Kesey y se dedica a registrar todo suceso, interiorizándose en cada personaje y en la profunda filosofía que los unió, utilizando un género literario híbrido que llamó Nuevo periodismo, el cual consistía en narrar a partir de sucesos reales pero usando una metodología literaria, que incluía al monólogo interior, variados puntos de vista, diálogos largos y zigzagueantes, polifonía en el discurso, etc. Además, se apoyoba en los métodos periodísticos más tradicionales, como la investigación en terreno, la entrevista, el sensacionalismo y el dato exclusivo, entre otros.

En su aparición, como era de esperarse, el libro generó una gran controversia, tanto por su contenido como su ruptura en el oficio. Wolfe, en parte, intentó redimir al que era, en ese entonces, uno de los hombres más buscados de su país, metiendo en su historia a otros íconos juveniles como los Grateful Dead, los Ángeles del Infierno, los Beatles, Allen Ginsberg y el ya mítico Neal Cassady, héroe de la gran novela En el camino, de Jack Kerouack, casi contemporáneo a la obra de Wolfe. Su descripción de la vida de los "bromistas" se valió las críticas del propio Kesey, quien alegaba por la falta de espiritualidad en el Ponche, pero si uno es un lector atento, podrá descifrar el código del reportaje e introducirse en un pensamiento que se convirtió casi en una religión, un movimiento crítico que desembocó en el hippismo de los 60' y los 70', tan importante como después sería el punk y hoy el hip-hop. Por lo mismo, su valor testimonial es inmenso, tanto para simpatizantes como para detractores.

En resúmen, este Ponche de ácido lisérgico está hecho de los materiales más detonantes de la época: drogas, alucinógenos varios, rock psicodélico, amor libre, viajes por la carretera, libertinaje, críticas políticas y mucho más. Es el grito de una generación desesperada por la represión y las continuas guerras que estaban asolando al mundo, sin el consentimiento de las grandes masas mayoritarias de la población, las cuales seguían (y siguen aún) sedientas de una utopía construida a base de paz y amor, que va mucho más allá de llevar largo el cabello, vestirse con ropa de lana y abusar de las drogas. Tom Wolfe y Ken Kesey son buenos ejemplos de ellos.

En cuanto a la presente edición, es difundida por la prestigiosa Editorial Anagrama, la cual, entre otras cosas, es famosa por sus descriteriados precios. Aún así, la edición es perfecta y los que tengan el dinero para adquirirlo legítimamente, no se arrepentirán. Sobre todo considerando que no hay copias en .pdf. La única forma de disfrutarlo es comprándolo o sacándolo de alguna biblioteca. Suerte con la búsqueda.

2 comentarios: