domingo, 5 de julio de 2009

El capitán salió a comer y los marineros tomaron el barco (2002)


Tuve la suerte personal de toparme con este libro cuando ya tenía casi toda la bibliografía de Bukowski leída (o al menos casi toda su prosa), porque funciona muy bien como conclusión para su obra total. Esto parece obvio, ya que fue escrito en el período en que el autor ya hablaba de frente con la muerte y escribía la que sería su última novela: Pulp, publicada póstumamente en 1994.

El libro funciona como un diario donde el escritor se explaya en un día determinado, hablando sobre lo que le sucede cotidianamente, siempre rozando aquellas verdades intrínsecas de la vida, con esa precisión casi brutal con que Bukowski desarrolla sus mejores frases. Y como nos tuvo acostumbrados a lo largo de su trayectoria, el resultado es fulminante. Una experiencia irónica y a la vez filosófica al estilo Bukowski: personajes aplastados por la existencia, ideas disparatadas, frustración, aislamiento, violencia psicológica, y aquella presión de escribir mientras la muerte te pisa los talones.

El talento de Bukowski no paró nunca. Se mantuvo hasta el final inspirando y torturando a su dueño como esas pensionistas odiosas que le cobraban la renta. Por lo mismo, podríamos decir que hasta el final de sus días tuvo que soportar ese enajenamiento que lo llevaba a escribir, esa dura impresión de que algo estaba mal tanto dentro como fuera de él, mientras todo se desvanecía cada día al acercarse de manera irremediable a su propio desvanecimiento.

Definitivamente, un libro impresindible para cualquier lector de este perro viejo, y para cualquier valiente aburrido de los cuentos de hadas y las falsas realidades best-sellerescas.

Para descargar en formato electrónico (.pdf), ver el siguiente link.

jueves, 28 de mayo de 2009

Libro de Manuel (1973)


El Cortázar de los cuentos; el Cortázar de "El perseguidor" y de "La noche boca arriba"; el Cortázar de piezas magistrales como "Axolotl", "La autopista del Sur" o "La continuidad de los parques", es lejos el mejor Cortázar. Porque el escritor de novelas no sólo pierde el noble beneficio de sorprendernos (de ganarnos por knock out, como decía el mismo Julio), si no que además pierde aquel espacio-tiempo reducido que hace que el cuento se valga del peso de los impulsos, de lo que es intensamente vivido en un momento. Pero, después de todo, el argentino también se dio el lujo de dejarnos una novela de la talla de Rayuela, aunque es quizá la misma talla de ésta la que deja chica a otras como Los Premios o el mismo Libro de Manuel.

De todas formas, el Libro de Manuel es una novela única y ejemplar. Da lo mismo si es buena o mala, si cumple o no su función, eso no quita que sea única y ejemplar. Porque es talvéz la cima de la experiencia estética en Cortázar, y una tentativa nueva del autor por unirse a las causas sociales, a las duras experiencias por las que el mundo pasaba irremediablemente, y que nos han dejado como herencia maldita un millar de secuelas. Por ello, el Libro de Manuel hoy no debe pasar desapercibido, y hoy más que nunca suscita y revive las controversias que antes causó.

En este libro, Cortázar utiliza el lenguaje y sus archiconocidos artificios para narrarnos una historia a su medida. Personajes simpáticos y atractivos enfrascados en una misión complicada: secuestrar a un alto mando del servicio de inteligencia sudamericano, para intercambiarlo por los presos políticos de algunos países de nuestro continente. En ello, se ven complices argentinos, brasileños, panameños, chilenos y franceses, quienes discuten arduamente sobre los fines de la Joda (el nombre de su revolución), sobre el alcance de su empresa, sobre el futuro de sus acciones y la verdadera intención de cada uno de ellos. Ése, sintetizado, es el contenido político de la obra, y en ello quizá no cumple mucho y se queda cojo en su torpe romanticismo, en su excaso compromiso y en muchas otras falencias que persiguieron a Cortázar a lo largo de toda su vida. Pero en lo que sí cumple, y siempre a su manera, es en la problematización y reflexión acerca de la misma Revolución, una nueva forma de ver y criticar lo que estaba pasando dentro y fuera de la Revolución Real, aquella comandanda por Rusia y que ya tenía fuertes influencias tanto en Cuba como en Nicaragüa, e influencias menores (y no por ello menos notables) en otras naciones de Latinoamérica. Y es eso, precisamente, lo que muchas veces olvidan los que critican con dureza esta novela.

Por otra parte, y creo que es algo mucho más importante que el propio fin político, está la consumación del estilo y la particular estética que Cortázar ya había conquistado en un libro tan canónico como Rayuela. Personalmente pienso que en el Libro de Manuel el estilo vanguardista de Cortázar se renueva y se vence a sí mismo, superando incluso a su clásico, ya que los trucos utilizados en esta ocasión son cada vez más interesantes: recortes políticos sobre hechos atroces como las torturas en Vietnam, las dictaduras latinoamericanas y las injusticias del día a día, además de la integración de esquemas y gráficas, la posibilidad de mezclar historias y configurar a plenitud la psicología de sus personajes, y el sorprendente uso del "doble texto", donde la historia real se mezcla con algunas anotaciones superpuestas que corresponden a los personamientos que los personajes no están diciendo, mostrándonos así una amplia gama de artificios que Cortázar ya había desplegado en Rayuela, pero que en el Libro de Manuel se intensifican y cobran un fin práctico que los dirige hacia nuevas tentativas mucho más nobles que las del anterior.

Por esto y mucho más, el Libro de Manuel resulta ser un libro interesante; quizá muy interesante. Es un libro que ha sido muy discutido por su poca efectividad y su ambigua forma de referirse a los tópicos revolucionarios, que dejan ver un compromiso excaso que para aquellos tiempos resultaba alarmante y peligroso. Pero no por ello deja de ser interesante. Además, creo que utilizar la totalidad de los fondos de este libro para ayudar económicamente a los presos políticos argentinos y sus familias, no es un detalle menor. Es un gesto que, como dice el propio Cortázar, era obvio pensando en que hacer dinero con un libro como este habría sido inconsecuente y hasta escandaloso, pero es también un gesto humano que no se debe olvidar a la hora de criticar al libro y su autor.

El Libro de Manuel suscita aún ese tipo de debates. Pero mientras hayan Manueles a lo largo de todo el mundo, que necesitan derrepente un libro que les recuerde el sacrificio y el épico derramamiento de sangre que ocurrió en el pasado, es un libro que cumple con existir. Un regalo de Cortázar para sus lectores más ávidos de verdad. Para quienes se preocupan de lo que realmente importa. Y eso siempre se agradece.

Para descargar la versión íntegra en formato electrónico (.doc), ver el siguiente link.

domingo, 24 de mayo de 2009

Los subterráneos (1958)


Los subterráneos es un libro simple y complejo a la vez. Es la consumación del estilo de Kerouac, que intenta llevar la fluidez del jazz a la literatura con éxito relativo, además de una sutíl declaración de principios y un retrato exuberante del estilo de vida beat, tanto del propio autor como de sus compañeros de juerga. Es un libro que merece nuestra atención. Es de esas obras que esconden mucho en lo que parece poco.

Jack Kerouac, nuevamente bajo un pseudónimo (Leo Percepied), nos narra su historia amorosa con una muchacha de color, a.k.a. Mardou Fox, que el mismo compara con las musas negras de Baudelaire. Por supuesto, la narración no es un cuento de hadas. Mardou es una mujer desenfrenada y misteriosa, amiga en común de los amigos de Leo, unos locos borrachos que gustan de la vida libre, el jazz y los excesos. En aquél contexto se desarrolla toda la obra, muy bien lograda por esa "escritura automática" que predica el autor, que en este caso contribuye a una relación forma-fondo que revitaliza la espontaneidad, la extravagancia y la libertad de los protagonistas.

La historia es un retrato moderno del amor obsesivo, un amor libre que quiere ser algo que no es. Un Kerouac existencialista nos trata de explicar todo esto haciendo pasar el mundo por la red de sus ideas, tormentos pasados y futuros que no dejan en paz ni a él ni a Mardou, una mujer que realmente parece no saber lo que quiere. Por lo mismo, resultan ser una pareja bastante extraña, llena de intensidad y necesidades. Algo así como el amor y el odio agarrándose a besos; dos peces que se atraen, pero en peceras diferentes.

La idea base es, como siempre en la literatura de Kerouac, un fragmento de su propia vida, y en ese caso viene a complementar el carácter épico de En el camino o el misticismo de Los vagabundos del Dharma, con una narrativa íntima que nos muestra el lado más sensible de Kerouac, sus relaciones afectivas tanto con su pareja como con sus ya famosas compañías, que en este libro vuelven a figurar escondidas bajo nombres inexactos.

Seguramente Los subterráneos no es una obra fundamental, como muchos quisieran hacernos parecer, pero sí es un libro altamente significativo, que vuelve a mostrar a Kerouac en toda su expresión, con sus manías, con sus vicios, con sus excesos y toda la extravagancia que lo define como un personaje heróico (o anti-heróico) dentro de la literatura norteamericana. Claramente no es un clásico, como resultó ser En el camino, pero es de esos textos que sirven de manual de vida para muchísimos jovenes, y probablemente lo seguirá siendo mientras existan las leyes, los adultos majaderos, los políticos y toda esa inagotable odiosidad del mundo.

Para leer su versión íntegra en formato electrónico (.doc), ver el siguiente link.

domingo, 3 de mayo de 2009

Si me necesitas, llámame (2000)


A estas alturas, es imposible hablar de Carver sin citarlo como uno de los pilares fundamentales de la narrativa contemporánea. Fuera de la controversia causada por la alta influencia de su editor en sus textos, el estilo carveriano ya es referencia para millones de personas a lo largo del mundo, entre ellas el célebre escritor nacional Roberto Bolaño, quien nunca dejó de alabar el trabajo del autor.

Carver alcanzó a saborear en vida el reconocimiento de su obra, pero murió a muy temprana edad a causa de su adicción al alcohol. Por ello, es quizá comprensible que mucho material haya quedado sin editar, y esa es precisamente la labor de este libro: presentarnos cinco cuentos inéditos del escritor norteamericano, que lejos de ser mera sobra, son cinco nuevas muestras de su talento, esta vez editados por la escritora Tess Gallagher, su esposa.

En estos cinco relatos, el mundo carveriano vuelve a quedar claro y definido, a través de historias marcadas por la tensión interna, los problemas de comunicación y el corto camino que va entre la esperanza y la desesperanza. Por ejemplo, en el primer cuento de la tirada, llamado simplemente "Leña", el protagonista es un personaje que ha perdido la fe, que recién viene recuperándose de su alcoholismo y necesita cambiar su vida con urgencia, funcionando como una suerte de alter-ego del propio autor. Su desarrollo personal e interno es lo retratado por Carver, pero siempre bajo lo acostumbrado en su pluma, un estilo que nos permite sacar nuestras propias conclusiones e incursionar con mayor intensidad en cada uno de sus personajes. Los otros relatos siguen un poco por el mismo sendero: parejas que no se comprenden, individuos que necesitan cambiar, personas que no logran comunicar lo que realmente necesitan comunicar; conflictos internos que quizás minaron desde siempre la existencia del propio Carver.

Este libro, sin ir más lejos, representa una continuación natural en la bibliografía del norteamericano, y no son para nada sobras sobrevaloradas, sino muy por el contrario, resultaron ser "un alijo de diamantes descubiertos en una mina abandonada", como bien señaló la crítica en su aparición.

En lo personal, creo que las obras maestras de Carver no vienen precisamente en este libro, pero para los lectores que valoran su estilo y su precisión, estos relatos vienen a completar el círculo y a darle cinco nuevas razones de prestigio a su autor. Un libro quizá necesario para cualquier lector de Carver, pero a la vez con una vida propia que lo pone al alcance de cualquiera.

Para leer dos de los cuentos ("Si me necesitas, llámame" y "¿Qué queréis ver") en su formato electrónico, ver el siguiente link. Para leer la obra completa, resulta indispensable la compra del libro. Recomendado absolutamente.
.

martes, 14 de abril de 2009

El cansador intrabajable (2008)


El estilo de Claudio Bertoni quedó definido para siempre en los que serían sus dos primeros libros: El cansador intrabajable (1973), y El cansador intrabajable II (1986), reunidos en esta edición a cargo de la Universidad Diego Portales, bajo la supervisión exclusiva de su propio autor. Aunque su formato sea poco práctico y a la vez un tanto desagradable, cobra una alta importancia por ser definitiva. Osea, posee el valor de ser la edición final que reúne, editados por el mismo Bertoni, ambos libros que a mi gusto ya son canónicos dentro la poesía chilena.

El estilo de Bertoni, reiterado hasta la náusea, ha ido perdiendo valor a lo largo de los años, debido a la excasa originalidad que despliegan sus nuevos libros, logrando que cada uno de ellos parezca una simple sucesión del anterior, con muy pocas excepciones. Pero éstos dos aquí reunidos son, quizás sin muchas dudas, lo más importante y distintivo de su obra, y lo que llevó a su autor a la posición que hoy tiene dentro de la literatura de mi país.

En razgos generales, Bertoni se hace valer de un tópico ya clásico dentro de la literatura contemporánea, que es la llamada "ordinaria locura" o "realismo sucio", puesta de moda por un autor que el mismo Bertoni valora mucho y de quién se ha encargado personalmente de hacer traducciones, como lo es Charles Bukowski. Pero lo interesante es que, aunque ya sea un tópico un tanto malgastado, en los sinceros poemas de El cansajor intrabajable éste se deja ver con una pasión, una verosimilitud y una singularidad tan propias que vuelven única su producción, sumándose a esto el humor tan característico de Bertoni, muy coloquial y efectivo.

Por ello, creo que esta edición definitiva es indispensable en cualquier biblioteca que busque abarcar tanto la poesía como la literatura chilena en sí, en la cual Bertoni tiene un lugar guardado especialmente para él, le guste o no a los académicos más conservadores de la lengua española, de los cuales el autor suele reirse con o sin querer.

Para una mejor visualización tanto del libro original como de su contexto cultural, ver el siguiente link.

domingo, 15 de marzo de 2009

Cuentos (2007)


No cabe duda que la prosa de Hemingway, magistral en sobriedad y lucidez, respira mucho mejor en sus cuentos que en sus novelas, porque en ellos alcanza el espacio necesario para desenvolverse, con esa precisión tan característica de su autor.

En sus textos, como todo buen lector puede apreciar, no son necesarios grandes trucos de artificio para definir la realidad, sino que, sin muchos rodeos, la sola realidad es la que va fluyendo siempre amenazada por el peligro, la brutalidad o esa violencia a veces casi imperceptible que hace de la obra de Hemingway un ejemplo de valentía y coraje.

La literatura del norteamericano, como bien se sabe, se vale de la tensión. Se vale incluso de situaciones que a veces se nos escapan cotidianamente, pero que bajo su pluma alcanzan alturas insospechables, mientras el silencio y la frialdad cobran una importancia esencial en esos ambientes donde se suelen mover los personajes hemingwayanos.

En esta re-edición de la editorial española Lumen no sólo se pueden encontrar traducciones fieles y respetables de los textos originales, sino también una estética agradable y una evocación del escritor colombiano Gabriel García Márquez, detalle que puede resultar interesante para más de algún curioso.

Sin lugar a dudas, un buen trabajo de la editorial. Y sin lugar a dudas, la mejor recopilación que existe en español de los cuentos del viejo Hem. Es posible encontrar versiones electrónicas de algunos cuentos dispersos por la red, pero para admirar su obra completa, recomiendo exclusivamente este libro. Vale la pena su compra.

martes, 24 de febrero de 2009

Poemas dispersos (1971)


Kerouac no fue un erudito. Tampoco un gran prosista ni un poeta de palabras consagradas. Pero sí fue un seguidor de la filosofía Zen, un aventurero, un autoestopista y un noble y paradigmático vagabundo. Esas experiencias fueron las que lo transformaron en un poeta de la sencillez; en un loco sabio que aprendió a lo largo de toda su vida sobre la esencia y la verdadera importancia de cada cosa.

En este libro, muy bien trabajado por la editorial Visor, se da a entender a cabalidad todo lo anterior. Es una colección de poemas a la medida de su autor: sencilla y libre, pero rebosante de profundidad, talento y sabiduría.

Es difícil lograr lo que hicieron personajes como Jack Kerouac. Su generación aún nos tiene mucho que decir, y su trascendencia se debe en parte a que aún no cambian las costumbres materialistas del ser humano. Pero a pesar del lento aprendizaje de nuestra raza y su muy constante tendencia hacia el abismo, artistas como Kerouac permanecen ahí, molestando, e incitanto a cada uno de nosotros a tomar el verdadero rumbo: el rumbo de la auténtica libertad.

Para leer algunos de los poemas en su formato electrónico, ver el siguiente link.

lunes, 9 de febrero de 2009

Los vagabundos del Dharma (1958)


Jack Kerouac basa su escritura en sus experiencias, en lo que le sucede diariamente y en los detalles trascendentales que le cambiaron la vida. En su clásico En el camino nos habla de sus vueltas por México y Estados Unidos al ritmo de las drogas, las orgías y los excesos. Pero en este libro, que cobra un sentido mucho más íntimo y espiritual, nos habla de su experiencia con el budismo, dejando a la vez un testimonio sobre la ascensión que tuvo en aquella época la cultura oriental sobre la nuestra, una cultura gastada y corrompida por el capitalismo y sus vicios. Por lo mismo, incluso para nuestros tiempos, la gracia no es menor, pensando que ese testimonio fue creado ahí, en el epicentro del consumo, en los años en que Estados Unidos luchaba a muerte contra sus opositores, mientras en el ambiente se respiraba una subversión de jovenes que Kerouac representa muy bien en sus textos.

Los protagonistas, como suele suceder en la literatura de Kerouac, son sus amigos de juerga: los poetas Allen Ginsberg (Alvah Goldbook) y Laurence Ferlinghetti (Warren Coughlin), aparte de él mismo, bajo el seudónimo de Ray Smith, y el maestro zen Gary Snyder, posiblemente el verdadero protagonista de la historia, oculto con el nombre de Japhy Ryder. Éstos, además de otras figuras de la bohemia poética de San Francisco, son partícipes de una excentricidad y un estilo de vida míticos, donde las drogas, el sexo, la literatura y el jazz conforman una red de influencias espirituales que todos parecen compartir. Pero es solo Kerouac quién decide cambiar el rumbo de su vida y alejarse a las montañas, guiado siempre por su amigo y maestro Gary Snyder, quién lo conducirá por el camino del Dharma, el "auténtico significado" de la vida según el ideal budista, que consiste, entre otras cosas, en conseguir la Iluminación y la eliminación del sufrimiento a través del entrenamiento mental, la meditación y la armonía con la naturaleza, alejándose además del deseo, causa notable de muchos de los pesares del autor.

Fuera de si consigue o no sus objetivos, este libro representa la transición espiritual de un Kerouac desilucionado y envuelto en el fracaso, que encuentra en el budismo la forma de alcanzar esa plenitud que mucha gente busca con desesperación, alejándose de lo material y lo que sustancialmente no es necesario. Así, se inicia un peregrinaje que llevará a nuestro autor-protagonista a hallar muchas cosas valorables más allá de lo plausible, además de encontrarse consigo mismo, una hazaña invaluable para un mundo como el nuestro. Por ello, este libro representa también una importante alternativa para nuestra sociedad moderna, cada vez más deshumanizada a causa del sistema de consumo y la importancia desmedida del dinero, dejándo así una moraleja que repercute hasta hoy sin gastarse. Y eso, sin lugar a dudas, es algo que todo buen libro debería lograr.

Para leer en formato .pdf, ver el siguiente link.

sábado, 10 de enero de 2009

Pregúntale al polvo (1939)


Se suele decir que Fante sin Bukowski no sería nada; quizá otro escritor de segunda hundido en la clandestinidad. Talvéz podría haber sido así, pero es su propia prosa valiente la que hoy habla por sí sola, sobreviviendo con honor aún pasadas algunas décadas desde su reedición, una tirada a cargo del propio Bukowski que, además de apadrinarla, se dio el lujo de adjuntarle un prólogo increíble, digno de una novela como ésta.

Pregúntale al polvo, fuera de ser el libro más célebre de su autor, es un relato que asume un papel testimonial admirable en quizá una de las épocas más oscuras de la política estadounidense. Porque un personaje como Arturo Bandini, alterego del mismo Fante, resulta clave para representar un Estados Unidos marcado por el racismo y la violencia callejera, donde marginados y vagabundos se pelean los pedazos de infierno que van quedando, espacios reservados para el que sea capaz de resistir en esos reinos de desgracia que son los barrios bajos, excluidos por naturaleza del hipócrita "sueño americano".

El escenario: las calles de Los Angeles en la primera mitad del siglo XX. El confidente: Arturo Bandini, un joven ítalo-americano que aspira a convertirse en escritor de renombre, sabiendo muy bien en el problema que se está metiendo. Pero la gracia de Arturo, fuera de esa obstinación por entrar en la literatura, es la torpeza y la precariedad con que lleva a cabo su vida, puesta a prueba desde siempre por su condición de inmigrante pobre y sin muchas oportunidades sociales. Además de esto, por si fuera poco, también tendrá que lidiar con Camila, una joven camarera mexicana, decadente, orgullosa y obsesiva, que resulta ser para Arturo una suerte de espejo negro donde se reflejará constantemente, en un juego que oscila entre el amor, el odio, la necesidad y el desprecio.

Sin más preámbulos, Pregúntale al polvo es una novela arriesgada y sincera hasta la náusea, descrita con una pluma valiente que atraviesa la derrota con un humor y una osadía que llegan muchas veces a conmover. Un libro que creo indispensable para los jóvenes aspirantes a seguir el turbulento camino de las letras, y que reconocen, por lo demás, que Bukowski sabe más por diablo que por viejo.

Para leer en formato .pdf, ver el siguiente link.